Un tipo llega a su casa después de trabajar, y su mujer
apenas lo ve le dice:
-Hola mi amor... ¿cómo estas? Se rompió un caño del baño y
se esta inundando todo... quería saber si lo podes arreglar.
El tipo la mira con cara de enojo y le contesta:
-¿Tengo cara de plomero?
-No mi amor... Yo no dije eso, pero tengo miedo por los
niños se tropiecen y se lastimen.
Al otro dia la mujer le dice:
-Mi amor ¿Cómo andas? los enchufes de la cocina se rompieron
y estan los cables sueltos. Tengo miedo que les agarre corriente a los niños.
A lo que el marido le responde:
-¿Tengo cara de electricista?
Al otro dia la mujer le dice:
-Mi amor, el pasto del jardin esta muy crecido, y los niños
ya se pierden ahi.
A lo que el tipo le contesta:
-¿Tengo cara de jardinero yo?
Al otro dia el tipo llega a la casa, va al baño, y se da
cuenta que arreglaron el caño... después se fija en la cocina que también
arreglaron los enchufes, y por último ve en el jardín todo el pasto cortadito,
entonces le pregunta a la mujer quién lo arregló y cuánto le cobró, a lo
que la mujer le respondió:
-Fue Pepé, el vecino nuestro que juega al rugby, que se
ofreció a arreglar todo grátis... Yo le quise pagar y no quiso nada, hasta que
de tanto insistirle me dijo que aceptaría que le
haga una torta de chocolate o hacer el amor conmigo.
-Ah!... Así que una torta de chocolate, ¿eh?
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